El descubrimiento de España: Mito romántico e identidad nacional (Spanish Edition) by Xavier Andreu

El descubrimiento de España: Mito romántico e identidad nacional (Spanish Edition) by Xavier Andreu

autor:Xavier Andreu [Andreu, Xavier]
La lengua: spa
Format: azw3
editor: Penguin Random House Grupo Editorial España
publicado: 2016-09-07T16:00:00+00:00


1. EN TIERRA DE DONJUANES Y BANDOLEROS. NACIÓN LIBERAL Y MASCULINIDAD

Desde el mismo momento en que se inició en 1808 el alzamiento antinapoleónico y la ruptura revolucionaria, el liberalismo español construyó una narrativa nacional que hizo del heroico pueblo español a su principal protagonista. Como he señalado en un capítulo anterior, aquella guerra desafió también las interpretaciones predominantes sobre el «carácter nacional» de los españoles que habían circulado en España —y en el resto de Europa— a lo largo del siglo ilustrado, y fue un elemento decisivo en la activación del mito romántico de España. El pueblo español en armas fue representado como un pueblo honrado, liberal y viril, y sus gestas fueron inmediatamente afiliadas a las de una lucha secular de España contra la tiranía y por la independencia de la patria. No obstante, la propia dinámica política y revolucionaria española de las primeras décadas del siglo XIX parecía desmentir esta visión idealizada de los españoles, y resucitaba las dudas que sobre estos tuvieron desde el principio unos liberales herederos del reformismo ilustrado. Si en 1808 el pueblo se había levantado heroicamente contra las tropas francesas, acabada la guerra había aclamado el retorno de un monarca absoluto al grito de ¡vivan las cadenas! Si en 1820 había secundado a Riego en su alzamiento contra Fernando VII, tres años después, cuando los Cien Mil Hijos de San Luis traspasaron las fronteras españolas, había bajado los brazos y se había sumido de nuevo en su secular letargo. Por ello, la imagen ilustrada de un pueblo ignorante, fanático, sumiso y adormecido, de un carácter nacional cocido al fuego lento del despotismo y la teocracia, seguía viva, y servía de hecho a los liberales para explicar sus fracasos. La insurrección carlista fue para ellos una prueba palmaria de la fuerza que seguía teniendo el influjo clerical entre gran parte de la población española. Fue la voluntad de erosionar dicho influjo, y de recabar fondos para las exiguas arcas del naciente Estado, la que impulsó las medidas que en los años treinta tomó el Estado liberal para debilitar el poder de la Iglesia.

La dificultad para asentar las nuevas instituciones liberales, la distancia económica o tecnológica que separaba a España del resto de naciones «modernas», la persistencia de determinadas prácticas o costumbres populares, etc., apuntaban hacia un déficit en la calidad del carácter nacional de los españoles que urgía reformar. Vicios como la pereza o el desprecio hacia el trabajo, hábitos como la sumisión y el clientelismo, la credulidad supersticiosa o el recurso fácil a la violencia, fueron denunciados por los moralistas liberales como lacras que era necesario erradicar. En la década de 1830 fue este tono reformista, de raíz ilustrada y en el que sobresalieron con diferente intensidad los escritos de Larra y de Mesonero Romanos en la prensa, o los de Manuel Bretón de los Herreros en el teatro, el que predominó en la esfera pública española. Por ello, estos autores se desesperaron ante la creciente identificación europea de España con una serie



descargar



Descargo de responsabilidad:
Este sitio no almacena ningún archivo en su servidor. Solo indexamos y enlazamos.                                                  Contenido proporcionado por otros sitios. Póngase en contacto con los proveedores de contenido para eliminar el contenido de derechos de autor, si corresponde, y envíenos un correo electrónico. Inmediatamente eliminaremos los enlaces o contenidos relevantes.